La promesa de Dios es que recibiremos lo que el mundo no puede ver ni conocer. Recuerden: ‘Él toma lo que es de Mí y os lo da’ y cuando recibimos el Espíritu Santo, lo recibimos con el conocimiento de Él y de lo que Él lleva de nuestro Señor Jesucristo. Nunca podrás conocer al Espíritu Santo sin saber lo que Él lleva por ti. El Espíritu Santo no viene sobre nosotros vacío porque toma lo que es de Jesucristo y nos lo da; Él nos da vida y eso es lo más importante que debemos saber.
