Habiendo rechazado el poder y la autoridad de la Palabra de Dios, los israelitas exigieron un rey. [Recuerde que el nombre ‘Saúl’ significa ‘oró por’.] Carecían de paz y eran oprimidos por lo mismo que exigían. Mientras que Dios declaró que el cetro nunca se apartará de Judá hasta que venga Shiloh [el pacífico].
