Aunque Jesús era Dios en todos los sentidos, se quitó la túnica real, la dejó a un lado y tomó forma de siervo.
Solo aquellos que son como niños pueden tomar la forma de un sirviente. Porque cuando te conviertes en un niño, Dios puede actuar [totalmente] en tu vida. Dios quiere encontrarse a solas con nosotros para obrar como le plazca. Él está buscando [aquellos con el espíritu de un] niño para hablar de Su fuerza sin interferencias.